jueves, 22 de marzo de 2012

EL APOSENTO ALTO

¿Podría orar por mí?

Léase 1ª a los Tesalonicenses 5.12-18
La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará de su lecho.
-- Santiago 5.15 (RVC)
Había invitado a una famosa animadora de televisión para hablar durante el almuerzo del Día de Acción de Gracias. Por muchos años ella ha trabajado en la televisión animando programas infantiles. Mi generación se crió aprendiendo de ella valores, y recibiendo buenos consejos.
Su vida dio un giro de 180 grados cuando, en 1975, se lanzó al agua sin advertir que la marea había bajado y las rocas estaban cerca de la superficie. El impacto la dejó cuadriplégica. No obstante, su vida profesional ha seguido. Ahora me tocaba invitarle para que nos hablara de gratitud. Antes de concluir la conversación por teléfono, ella me dijo: «Pastor, en estos días me harán unos estudios médicos. ¿Podría orar por mí?». Allí mismo, por teléfono, oré por este ícono de la televisión nacional.
Al colgar, decidí leer El Aposento Alto. Me sorprendí al ver que la meditación de ese día se titulaba «Ore por mí» (17 de noviembre de 2010). Orar por otras personas es más que una oportunidad, es un privilegio que Dios nos da. Ese día aprendí que cuando se nos pida que oremos por alguien, simplemente debemos hacerlo; Dios hará el resto.

Autor

Sr. Julio R. Vargas (Guaynabo, Puerto Rico)

Pensamiento para el día

Orar por otras personas es un privilegio para aquel que ora.

Oración

Señor, danos sensibilidad para reconocer las oportunidades y para actuar cuando se nos pida interceder por otras personas. Amén.

OREMOS: Por las personas que necesitan mis oraciones.

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jueves, 22 de marzo de 2012

EL APOSENTO ALTO

¿Podría orar por mí?

Léase 1ª a los Tesalonicenses 5.12-18
La oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará de su lecho.
-- Santiago 5.15 (RVC)
Había invitado a una famosa animadora de televisión para hablar durante el almuerzo del Día de Acción de Gracias. Por muchos años ella ha trabajado en la televisión animando programas infantiles. Mi generación se crió aprendiendo de ella valores, y recibiendo buenos consejos.
Su vida dio un giro de 180 grados cuando, en 1975, se lanzó al agua sin advertir que la marea había bajado y las rocas estaban cerca de la superficie. El impacto la dejó cuadriplégica. No obstante, su vida profesional ha seguido. Ahora me tocaba invitarle para que nos hablara de gratitud. Antes de concluir la conversación por teléfono, ella me dijo: «Pastor, en estos días me harán unos estudios médicos. ¿Podría orar por mí?». Allí mismo, por teléfono, oré por este ícono de la televisión nacional.
Al colgar, decidí leer El Aposento Alto. Me sorprendí al ver que la meditación de ese día se titulaba «Ore por mí» (17 de noviembre de 2010). Orar por otras personas es más que una oportunidad, es un privilegio que Dios nos da. Ese día aprendí que cuando se nos pida que oremos por alguien, simplemente debemos hacerlo; Dios hará el resto.

Autor

Sr. Julio R. Vargas (Guaynabo, Puerto Rico)

Pensamiento para el día

Orar por otras personas es un privilegio para aquel que ora.

Oración

Señor, danos sensibilidad para reconocer las oportunidades y para actuar cuando se nos pida interceder por otras personas. Amén.

OREMOS: Por las personas que necesitan mis oraciones.

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